Manteniendo alto el ánimo después de 12 meses teletrabajando
5 minutos de lecturaEl Equipo Librio lleva teletrabajando desde casa a intervalos desde marzo de 2020. Cuando cerramos definitivamente nuestra oficina en octubre, fue difícil decir adiós a los compañeros, sabiendo que no veríamos sus piernas en vivo y en directo durante meses, solo sus caras en las pantallas. Separarnos de nuestra oficina tan querida en el centro de Zúrich no fue nada fácil.
La ausencia de interacción física cara a cara ha sido muy extraña. Se acabó el compartir nuestros descansos para almorzar o mantener conversaciones animadas en nuestro jardín de invierno o lanzarnos aviones de papel (reciclado) cuando nos entraban ganas de molestar a los otros. Ahora solo tenemos las cuatro paredes de casa a las que lanzar cosas y ¡eso no es divertido!
Pero Librio no sería Librio si no saca lo mejor de cada momento, incluso de las situaciones difíciles.
Así que, aquí tenéis algunas de las cosas que hemos hecho para mantener a tope nuestro estado de ánimo durante los últimos 12 de meses de teletrabajo.
Un equipo internacional
Si alguna vez habéis leído la sección Conoce al equipo de nuestra web, podréis ver que somos un equipo muy variado de diferentes nacionalidades.
Algunos tenemos nuestra base en Suiza, pero otros están algo más alejados. El genio artístico, Nick, está en Colonia; Frieda, de Redes Sociales está en Berlín; el búho Oli viaja regularmente entre Zúrich y Madrid; Kerry crea obras maestras en Cambridge y Steffi atiende al consumidor inglés desde Bristol.
Nuestra diversidad ha aportado muchas de las ideas para nuestros libros. Por ejemplo, algunas de las cosas divertidas que se pueden buscar en nuestro libro Busca y encuentra son sugerencias de nuestro equipo que viven y trabajan en esos países; mi favorito: Elton John tocando el piano en Stonehenge. ¡A ese concierto sí que me gustaría asistir! Hicimos una lista con muchos de los favoritos en esta entrada en la que os contamos cómo creamos el libro el año pasado.
Cambiar las conversaciones de modo oficina a modo virtual ha provocado un inesperado aumento de creatividad y no necesariamente relacionado con el trabajo. Hemos compartido muchas recetas, hemos improvisado y creado música e incluso algunos han presumido de la fabricación propia de mobiliario de oficina.
Pausa para el café virtual
Uno de los mejores momentos del día es nuestra pausa diaria para el café virtual. De acuerdo, no tiene nada que ver tomar un café en pijama comparado con el delicioso café con un corazoncito preparado por nuestro barista al que estábamos acostumbrados en la oficina. Aun así, es un momento que todos esperamos y es genial soltar las herramientas de trabajo y pasar un rato compartiendo temas no laborales aunque no estemos juntos. De hecho, si alguien accidentalmente menciona un tema laboral en esta pausa, como castigo tiene que hacer una parada de manos. Nadie se ha visto forzado a hacerla, pero la amenaza está ahí.
Otro momento favorito es nuestro momento Skribbl los viernes por la tarde. Para aquellos que no lo conozcáis, Skribbl es un juego fantástico para pintar y adivinar. Un poco como el ahorcado, pero con dibujos. Como os podéis imaginar, competir con ilustradores profesionales no siempre es lo mejor, pero, aunque algunos no seamos precisamente tan Picassos como nos hubiera gustado, siempre terminamos con una sonrisa y es una forma estupenda de empezar el fin de semana.
Una fiesta de Navidad inesperadamente divertida
Siendo un equipo con tantos miembros en tantos países diferentes, nos hace especial ilusión juntarnos y celebrar la Navidad en equipo. Pero, debido al corona, esto ha sido por supuesto imposible, así que tuvimos que juntarnos virtualmente y buscar una alternativa ingeniosa para compensar la desilusión.
Cuando planificamos la fiesta de Navidad, ninguno pensamos que iba a resultar tan divertida como lo fue al final. Hubo regalos secretos de Papá Noel, disfraces ocurrentes, buena comida, vino delicioso, cantamos y Kerry intentó mostrar su habilidad haciendo una parada de manos, aunque solo lo consiguió a medias. ¿Qué más podíamos pedir?
Regalos inesperados
Durante la primera ola de la pandemia, se nos ocurrieron distintas formas de mostrar a nuestros clientes que, aunque los tiempos habían cambiado, ellos eran más importantes que nunca.
De la misma forma, a los miembros de nuestro equipo se les ha ido ocurriendo ideas originales para mostrarnos mutuamente que siempre pensamos los unos en los otros: un pequeño regalo sorpresa aquí y allá, un poco de jamón o turrón de España, regalos de Navidad con material de lectura para las Navidades, un calendario divertido para 2021 y otras cosas nos dibujaban una sonrisa en la cara.
Qué nos depara el futuro
Como casi todas las empresas, Librio ha tenido que aprender que el teletrabajo desde casa se va a convertir en la nueva normalidad. Tras superar las malas conexiones de internet y las conversaciones forzadas de la primera fase, casi podríamos decir que la distancia física entre nosotros nos ha acercado más como equipo. Aquellos que ya eran externos, ahora se sienten más integrados y, aquellos que se veían cada día en el trabajo, ahora se conocen más allá del diario “hola y adiós” de la vida en la oficina.
El hecho de que todo el mundo esté en remoto pone a todos por igual: ya no hay reuniones con 5 personas en una sala y 1 persona en Berlín. Ahora, todos estamos en la misma sala y uno de los aprendizajes para el futuro cuando volvamos a la normalidad es asegurarnos de mantener esta igualdad. De hecho, uno de nuestros objetivos para el 2021 es “Hacer sentir como en casa a los externos”.
Una vez que las aguas vuelvan a su cauce, cuando las restricciones se relajen y se permita viajar, estamos deseando volver a encontrarnos en nuestro Jardín Arbolado en el corazón de Zúrich y darnos un fuerte abrazo. Mientras tanto, queremos daros las gracias de corazón a vosotros, nuestros maravillosos clientes, que nos habéis permitido seguir adelante en estos tiempos difíciles. Nosotros continuaremos apoyándonos y apoyándoos desde nuestras pantallas. Cuidaos mucho.
Sin comentarios