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Un niño jugando

Consejos para padres bilingües

4 minutos de lectura

1. Empieza el aprendizaje lo antes posible

El mejor consejo para padres bilingües es que empieces a hablar a tu hijo en tu lengua materna desde el primer momento. Cuánto antes empiecen los niños a aprender un idioma, mayor será la probabilidad de que lo dominen a nivel de un hablante nativo.

 

Los estudios demuestran que los niños bilingües pueden reconocer sistemas lingüísticamente diferentes antes del año de edad. Cuanto antes el niño entre en contacto con diferentes lenguas, más fácil y rápido reconocerá y aprenderá sus sistemas y peculiaridades.[1] Sin embargo, la educación bilingüe no tiene por qué tener lugar desde el nacimiento: un nuevo estudio del MIT ha demostrado que los niños tienen el potencial de adquirir una segunda lengua al mismo nivel que su lengua materna durante mucho tiempo, incluso hasta los 18 años de edad. Sin embargo, este potencial disminuye a partir de los diez años: a medida que el niño crece, no tiene tiempo para seguir el ritmo de aquellos cuyo bilingüismo fue fomentado a una edad temprana.[2]

Bebé, madre y abuela

2. El entorno lingüístico es importante

No importa con quién interactúe, ofrécele a tu hijo amplias oportunidades para comunicarse en su lengua materna. Las investigaciones sugieren que lograr una fluidez a nivel nativo es más fácil en un entorno rico en idiomas, donde la exposición va más allá de una sola persona.[3] Por ejemplo, un niño que se encuentra con el uso diverso del lenguaje de diferentes hablantes nativos, como abuelos que usan diferentes términos para la misma cosa, hermanos que usan jerga, etc., estimula su adquisición del lenguaje, ayudándolo a comprender los matices y la flexibilidad de su idioma.

 

3. La calidad de la influencia lingüística es importante

Habla con el peque en el idioma en el que seas más competente y te sientas más cómodo.

 

Los estudios han demostrado que no se trata solo de la frecuencia con la que se habla con el niño. También depende de la calidad de la influencia lingüística. Cuanto más competente sea el progenitor hablante en su propio idioma, mejores serán las habilidades lingüísticas del niño.[4]

4. ¡La coherencia es clave!

Recuerda, ¡la coherencia es crucial! Cuanto más te comuniques con tu hijo en tu lengua materna, más rápido desarrollará fluidez. Incluso si el niño no necesita su idioma en la guardería o en el colegio, es importante que lo apoyes continuamente en su uso del lenguaje.[5] 

 

Piensa en ello como plantar una semilla: con cuidado y riego regulares (¡hablando su idioma!), florece hasta convertirse en un regalo del bilingüismo para toda la vida. Incluso si no la usan todo el tiempo ahora, la base que construyas garantizará que puedan reactivar fácilmente esta habilidad más adelante en la vida.

Niños disfrutando de la lectura

5. ¡Haz que la influencia del lenguaje sea lo más interactiva posible!

Encender la televisión para entretener a tu hijo, a veces puede resultar bastante tentador. Sin embargo, la televisión no tiene un efecto muy beneficioso sobre el desarrollo del lenguaje del niño. Más bien, la influencia del lenguaje debería ser lo más interactiva posible.

 

Leer libros juntos ofrece un apoyo especialmente valioso a la hora de adquirir un idioma.[3] Así que lee en voz alta, haz preguntas y discute con el niño. Esto los anima a participar activamente en la conversación.[6]

 

Puedes encontrar más información interesante sobre el bilingüismo en este artículo del blog.

Nuestro diccionario ilustrado bilingüe

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Nuestro diccionario ilustrado está diseñado para que el aprendizaje sea algo divertido para los peques. Las coloridas ilustraciones le ayudan a recordar cada palabra más rápido y mejor, porque incluso los niños más pequeños pueden decodificar y asimilar imágenes de forma intuitiva. Si las imágenes se combinan con palabras nuevas, forman una unidad para el niño, que puede procesar y memorizar aún más rápidamente. [7]

[1] Vgl. Hoff 2015: 485f.

[2] Vgl. Hartsthorne 2018: 263ff.

[3] Vgl. Hoff 2015: 494.

[4] Vgl. Hoff 2015: 498f.

[5] Vgl. De Hower 2007: 419ff.; vgl. auch Kohnert 2002: 352ff.

[6] Vgl. De Houwer 2007: 421.

[7] Vgl. Strauber 2020: 6; vgl. auch Van der Bijl 2006: 44.

 

Fuentes

De Hower, A.: Parental language input patterns and children’s bilingual use. In: Applied Psycholinguistics 28/3 (2007): 411-424.

Hartshorne J. K. et al.: A critical period for second language acquisition: Evidence from 2/3 million English speakers. In: Cognition. International Journal of Cognitive Science 177 (2018): 263-277.

Hoff, E.: Language development in bilingual children. In: E. L. Bavin and L, R. Naigles (eds): The Cambridge Handbook of Child Language. Cambridge Handbooks in Language and Linguistics. Cambridge (2015): 483-503.

Strauber, B. C. et al.: Using a picture-embedded method to support acquisition of sight word. In: Journal of the European Association for Research on Learning and Instruction 65 (2020): 1-8.