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El Equipo Librio en Camboya

5 minutos de lectura

Nuestro CEO, Ed, nos cuenta cómo surgió nuestro reciente viaje a Camboya.

 

Todo comenzó en el Monte Kilimanjaro

En 2011, subí el Monte Kilimanjaro para una organización benéfica llamada Water School. Antes de comenzar el ascenso, visitamos dos escuelas donde la organización trabajaba y pudimos comprobar que nuestras donaciones benéficas contribuían a salvar innumerables vidas de jóvenes.

 

Mientras avanzábamos a través de una ventisca por una gran pendiente vertical a las 3 de la madrugada de la noche en la que alcanzaríamos la cumbre, pensé en esos niños y me sentí más motivado para llegar a la cima sabiendo de primera mano el impacto que mi logro tendría en sus vidas.

 

Esa semana en Tanzania hace 8 años tuvo también un impacto directo en Librio en varios sentidos.

 

En primer lugar, durante esa subida conocí a la mujer que se convertiría en la madre de la niña que a su vez se convertiría en la inspiración de Librio. En segundo lugar, me inspiró para vivir de forma más filantrópica. Así decidimos, entre otras cosas, que Librio donaría un libro por cada libro vendido. En tercer lugar, me enseñó el poder de motivación que tiene conocer de primera mano el impacto de nuestras acciones caritativas, en lugar de ver imágenes en la página web de una organización benéfica.

 

Escalando el Monte Librio

En Librio, cada año tenemos que alcanzar nuestra propia cima, a la que llamamos Montaña Librio. Durante diez meses al año, avanzamos por la Meseta de la Desolación antes de escalar la Montaña de las Ventas Navideñas. Es una época del año increíblemente estresante en la que seis semanas de actividad pueden hacer triunfar o fracasar el trabajo de un año entero.

 

Además de ser el periodo en que vendemos la mayoría de los libros, también es el momento en que donamos la mayoría de los libros a través de nuestro programa "Más que un libro". Pensamos que sería estupendo que el equipo pudiera conocer de primera mano el efecto que esas donaciones están teniendo en los niños en todo el mundo, apoyados por Room To Read, y así ser consciente del impacto positivo que estamos teniendo.

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Librio no dona libros. lo haces

Y así, en la primera semana de septiembre, cuatro de nuestros cinco fundadores partimos durante una semana a Camboya con los siguientes objetivos:

 

1. Evaluar de primera mano el trabajo que Room To Read está haciendo en el país.

Siempre hemos estado cien por cien seguros de que Room To Read era la elección correcta para nosotros. Pero, dado que esperamos donarles hasta $100.000 en los próximos 12 meses, sentimos que era importante comprobar cómo se gasta ese dinero en el terreno .

 

 

2. Informar a la comunidad de Librio qué impacto tienen nuestras donaciones.

En definitiva, sois vosotros, nuestros clientes, quienes donáis los libros cuando compráis productos de Librio, por lo que nos pareció importante informaros del impacto que tiene vuestra decisión de compra. Como clientes nuestros, queríamos ofreceros información directa, en lugar de que tuviérais que leer un informe en la página web de Room To Read.

 

3. Aumentar la motivación del equipo para escalar la Montaña Librio.

Cada vez que vendemos un libro, hacemos felices a dos niños. Uno recibe el regalo de Librio y el otro el libro de Room To Read. Como funcionamos de forma completamente online, a menudo no somos conscientes de la felicidad que aportamos al mundo, por lo que confiábamos en que nuestro viaje nos aportaría algo de luz y motivación. durante la parte más difícil de nuestro año.

 

Leones rugientes y pandas que patinan sobre hielo

Cualquiera que haya leído nuestra sección filantrópica en nuestra página web sabrá que, con estas acciones, no buscamos cumplir un objetivo de marketing. Por tanto, queríamos evitar a toda costa la sensación de sentirnos "salvadores", buscando simplemente una foto de la entrega de un libro a niños sonrientes, y luego pasar el resto del día en la piscina. Así que trabajamos estrechamente con Room To Read para crear un itinerario que fuera muy participativo y que nos permitiera dar lo más posible a la comunidad.

 

En las próximas semanas, os contaremos con más detalle lo que resultó ser un viaje increíblemente inspirador. El impacto de nuestras donaciones en los niños y en las comunidades que visitamos fue indudable y una alegría vivirlo. Próximamente os enseñaremos a niños que desbordan confianza, a leones rugientes, "ceremonia de libros", pandas que patinan sobre hielo, concursos de lectura, talleres de ilustradores y al equipo Librio con sombreros ceremoniales.

 

Mientras tanto, aquí tenéis un avance.

Un apunte sobre el medioambiente

Librio se esfuerza por tener el menor impacto posible en el medioambiente. Por este motivo, nos planteamos seriamente si era justificable o necesario volar cuatro personas 9.000 km para visitar Camboya. Después de mucha discusión, llegamos a la conclusión de que tanto los beneficios sociales que obtendríamos al conocer el impacto que tienen nuestras donaciones, como la capacidad de aumentar ese impacto al transmitir con entusiamo y de forma personal nuestro viaje, superaban los costes medioambientales asociados a nuestro viaje.

 

Decidimos compensar plantando 500 árboles con nuestro socio Árboles para el Futuro. Sabemos que lo que el mundo necesita ahora no son tanto árboles para el futuro como menos emisiones de carbono, pero sentimos que al menos era importante compensar nuestro impacto de la mejor manera posible.

 

Asimismo, a raíz de la discusión sobre las emisiones, llegamos a la conclusión de que los planes iniciales de visitar nuestros proyectos como equipo una vez al año, no son sostenibles a nivel medioambiental, por lo que tendremos que reconsiderar cuidadosamente cómo abordamos esos viajes en el futuro.

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