Siempre juzga un libro por su portada
5 minutos de lecturaNo te olvides de la portada
Hace tres años aproximadamente, sobre estas fechas, en Librio estábamos dando los últimos toques a nuestro primer libro, El árbol, la llave y yo. Nunca habíamos creado ningún libro infantil y mucho menos un libro infantil personalizado, y la situación era un tanto frenética. Estábamos aprendiendo, de primera mano, que el tópico “es más difícil hacer un libro infantil de lo que parece” era verdad y, a la vez, estábamos aprendiendo que el no-tópico “es más difícil hacer un libro infantil personalizado de lo que parece” era aún más verdadero.
En medio de las prisas que teníamos por terminar el libro a tiempo, casi nos olvidamos literalmente de que también teníamos que diseñar una portada. Cada día que pasaba consumíamos recursos muy valiosos para nuestra supervivencia, así que no sé cómo fuimos capaces de sacar adelante la portada en solo 24 horas, desde la idea inicial hasta la versión final personalizada.
A pesar del poco tiempo que le dedicamos, nos sigue pareciendo un éxito el resultado final. Pero, ahora que estamos dando los toques finales a nuestro séptimo libro, queremos enseñaros cómo ha cambiado este proceso a lo largo de los años y cuánta reflexión y energía se invierte en la creación de nuestras portadas.
Esto es lo que queremos…
A la hora de crear la portada de la segunda entrega de nuestro libro bestseller de “busca y encuentra”, podríamos haber elegido el camino más corto y haber hecho una nueva versión de la portada que ya teníamos. Un poco de color por aquí y por allá y, a otra cosa, mariposa. Esta es la portada original.
Sin embargo, nos propusimos actualizarla un poco y darle un aire más atrevido. Por suerte, teníamos a una nueva diseñadora de producto en el equipo, Kerry, y su primera misión fue enfrentarse a estos complicados requisitos:
La nueva portada tiene que:
- Mostrar al personaje y su nombre de forma destacada.
- Reflejar que es un libro de “busca y encuentra”, pero sin caer en los mismos diseños que usan casi siempre estos tipos de libros y que nos parecen muy poco modernos.
- Parecerse a la primera portada, pero no demasiado.
- Encontrar la forma de combinar un diseño simple y atrevido con la complejidad de las ilustraciones en las que hay buscar y encontrar.
- Dar la sensación de un viaje en tren.
¡Chupado!
Kerry desapareció y volvió con estas ideas que presentamos a nuestro equipo.
La idea que realmente destacó fue la utilización de la ventana como elemento clave. Esto nos permitiría usar colores atrevidos alrededor de las ventanas y mostrar lo que hay que buscar y encontrar a través de ellas. Íbamos por buen camino.
La mesa
Es muy curioso ver ahora el primer boceto y cómo se ha transformado en la portada que tenemos hoy. Así que, os lo contamos paso a paso. Lo primero que hicimos fue utilizar la mesa. Esto nos ayudaba a estructurar la imagen, pero no nos convencía tener el título arriba del todo, porque se quedaba algo descolgado.
Y, entonces, un día Kerry dijo: “He hecho algo un tanto radical, a ver qué os parece”.
¡Guau! La mesa pasó de ser un elemento algo estructural a convertirse en un elemento principal de la portada. La imagen se parecía mucho más a la que tenemos ahora. A partir de este punto, básicamente se trataba de ir probando versión tras versión hasta que definimos el diseño final.
El protagonista
Después llegó el momento de involucrar a Celine, la ilustradora, a quien le tocaba incluir su diseño del niño en la portada. Su primer comentario fue: “La niña mira a otro lado, debería mirar más hacia el frente”. Apuntado. Y necesitábamos una silla para mostrar que iba en el tren. Le pedimos a Celine que dibujara su niño con su estilo en la portada para ver cómo encajaba, y le añadimos colores atrevidos para ver cómo quedarían. Celine también añadió al pingüino, al que adoramos. Al final, no nos convencieron los colores fuertes, así que los matizamos un poco, y elegimos como preferida la imagen de la derecha.
La encuesta
Entre nosotros, seguíamos teniendo dudas sobre si la portada era demasiado diferente a la original y si nuestros clientes la reconocerían. Así que enviamos una encuesta a nuestros amigos, familia y algunos de nuestros fanes principales de Librio para ver qué pensaban sobre la flamante nueva versión frente a la más tradicional. Por suerte, ganó la nueva. ¡Menos mal, seguíamos por el buen camino!
Los colores
Nos pareció que casi la teníamos, pero algo no nos terminaba de convencer, así que nos dirigimos a Ness, nuestra asesora de diseño de libros ilustrados. Su comentario fue: “Los colores están un poco apagados y me recuerdan a Suecia. Es un libro infantil. Podéis divertiros más con los colores. ¡Aquí va un borrador!”.
Fue clave para darnos cuenta de que podíamos ofrecer la portada en muchos colores variados en lugar de elegir solo uno. Uniendo esto al comentario de nuestro Director de Arte, Nick, que señaló que el título y la tabla tenían que ir centrados y menos altos (lo siento, son dos ejemplos muy básicos de una conversación a última hora de la noche), llegamos casi a nuestro resultado final.
Lo único que faltaba ahora era que Celine dibujara bien al personaje (en la misma posición que en la portada original, algo que nadie se dará cuenta salvo que lo digamos nosotros), que quitáramos alguna que otra línea y, ¡tachán!, nuestra portada terminada.
Esperamos que te guste tanto como a nosotros. Ha sido un viaje divertido crear algo que nos parece muy diferente a otros libros de “busca y encuentra” y que tiene un aire moderno, fresco y emocionante.