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La importancia de la educación de la niñas en una pandemia

9 minutos de lectura

Preámbulo

En septiembre de 2019, el Equipo Librio visitó una escuela que participa en el Girls´ Education Program (Programa de Educación para Niñas) de nuestro socio benéfico, Room to Read. Fue una experiencia maravillosa y muy inspiradora. Queríamos haberla compartido con nuestros lectores este mes de marzo, el Mes de la Historia de la Mujer.

 

Pero, llegó el Confinamiento y el mundo cambió.

 

Durante estos meses, tristemente nos hemos dado cuenta de que esta entrada se ha convertido en algo aún más conmovedor con el cierre de los colegios a nivel mundial, que ha dejado fuera de ellos a un billón de niños.

 

El camino hacia la educación de las niñas de familias de bajos ingresos es especialmente complicado y teniendo en cuenta los datos de otras situaciones de esta naturaleza, en particular el Ébola en 2014, las organizaciones a nivel mundial están ya advirtiendo que muchas niñas no volverán al colegio una vez finalizado el confinamiento.

 

En Room to Read están haciendo un especial hincapié en este tema - lo puedes ver, por ejemplo, aquí en The Telegraph y aquí en la BBC -, y es fácil entender por qué. El pensar que todo el ingente trabajo que han realizado sus estudiantes, sus mentoras y su equipo se pueda esfumar por los efectos del Confinamiento por Coronavirus es terrible.

 

En la siguiente entrada, queremos trasladarte a ese día tan feliz del mes de septiembre para enseñarte en qué consistía entonces el Girls´ Education Program de Room to Read, cuando el viaje, las relaciones personales y los patios bulliciosos de las escuelas no eran una fantasía.

La visita a Room to Read en Camboya. Día 3

Cada vez que un cliente de Librio nos compra un libro, donamos otro a una librería de un colegio a través de Room to Read. En septiembre de 2019, el Equipo Librio viajó a Camboya para conocer de qué forma estas donaciones estaban ayudando a las comunidades locales.

 

Además de ver el impacto de nuestras donaciones de libros en una escuela primaria (puedes leer sobre esa visita aquí), también tuvimos la suerte de poder pasar un día entero en una escuela secundaria, que formaba parte del Girls´ Education Program (GEP).

 

Aunque Librio no apoya directamente el GEP, fue increíble conocer el trabajo que hace Room to Read en la comunidad en general, y desde luego fue una experiencia inolvidable y muy inspiradora.

 

Madrugamos nuevamente para salir por el sur de Siem Riep hacia el Tonlé Sap, un gran lago de agua dulce – el mayor en el sudeste asiático -, que sirve de sustento a millones de personas en esa parte del mundo. Al salir de la ciudad, una marea constante de vehículos se desplazaba en la dirección contraria para entrar a la capital de provincia, la mayoría en motos agolpadas en filas de cuatro o cinco.

 

Nuestro destino se encontraba en un lugar mucho más tranquilo, donde los infinitos arrozales estaban salpicados por casas construidas sobre pilotes para protegerlas de las inundaciones en las estaciones de lluvias.

 

Tal y como ocurrió en la Ceremonia Floral de Libros, dos filas de escolares nos dieron la bienvenida a las puertas del colegio, entre sonrisas, risitas y reverencias a nuestro paso. También nos entregaron regalos artesanales y de nuevo nos sentimos sorprendidos ante tanta generosidad. Pero esta vez pudimos disfrutar mucho más de la ocasión en lugar de sentirnos abrumados por ella.

 

El ambiente era especialmente festivo porque era el día antes de las vacaciones y participábamos en un día de puertas abiertas en el que los padres visitaban el colegio para conocer cómo el Girls´ Education Program ayuda a la educación de las niñas.

 

El día empezó con una pequeña ceremonia dirigida y presentada por dos alumnas. Se cantó el Himno Nacional, presentaron al Equipo Librio e invitaron a los padres a ver las notas publicadas de sus hijos. Nosotros también fuimos a verlas y nos dimos cuenta de que en cada clase una niña tenía la mejor nota. Nos preguntamos si eso era así antes del programa GEP, porque muchas de las niñas se habrían visto forzadas a abandonar los estudios a una temprana edad para ayudar a sus familias a ganar dinero.

 

Leones rugientes y aficionados de fútbol un tanto dudosos

Nosotros le habíamos dicho a Room to Read que queríamos estar involucrados al máximo en las visitas en lugar de acudir como meros observadores. Y así fue cómo nos vimos involucrados mucho más de lo que nos hubiéramos imaginado al formar parte de un grupo de estudio de inglés.

 

Los grupos de estudio del GEP normalmente se reúnen después del colegio y dan la oportunidad a aquellos estudiantes que destacan en algunas áreas de ayudar a sus compañeros. El grupo de estudio que tuvimos la oportunidad de ver mostraba a los padres cómo los alumnos trabajan juntos y cómo los visitantes inesperados se ven irremediablemente formando parte del juego.

 

El grupo estaba dirigido por una alumna increíblemente segura de sí misma, que lideró a sus compañeros a través de la lectura de The Lion and the Mouse. Al Equipo Librio nos dividió entre cuatro grupos de estudiantes y nos pidió que ayudáramos a dramatizar un juego en el que cada uno de nosotros interpretaba al león y un estudiante al ratón.

 

Echando un vistazo alrededor mientras cada grupo cogía accesorios y practicaba sus rugidos, nos dimos cuenta de que este juego se lo tomaban muy en serio. ¿Íbamos a competir por la Mejor Interpretación? ¡A por ello!

 

Los cuatro miembros en este viaje del Equipo Librio llevábamos muchos años juntos y creíamos que nos conocíamos bastante bien. Pero una cosa es darnos los buenos días por las mañanas y otra muy diferente vernos interpretar a un león furioso delante de un público de estudiantes adolescentes camboyanos muertos de risa y de sus padres. Esos 30 minutos se convirtieron en nuestro favorito al Premio No-Puedo-Más-De-Tanto-Reirme.

 

Nos llevaron a otra clase donde nos dividieron en grupos para compartir nuestras preferencias, tipo: “¿Te gusta el mango?” “Sí, me gusta el mango. Y a ti, ¿te gusta el mango?”.  Con tal de no desilusionar a nadie y mantener la paz, incluso nuestro más ferviente aborrecedor de fútbol, Oliver, declaró que era un aficionado.

 

Después, tanto nosotros como los padres escuchamos como una de las mentoras de GEP repasaba las Habilidades de la Vida que había enseñado a su clase:

 

Autoconciencia – autoestima, expresión y manejo de emociones, empatía.

Autoeficacia – autocontrol, pensamiento crítico, toma de decisiones, perseverancia.

Conciencia social – comunicación, resolución de problemas, construcción de relaciones.

 

A lo largo del día, nos invadió la sensación de tranquilidad y confianza que emanaban las estudiantes. Era increíble volver a comprobar su nivel de compromiso a la hora de contestar a las preguntas de la mentora. Es difícil imaginar a un grupo de similar edad en cualquier colegio de Europa o Estados Unidos tan involucrado. Para nuestros niños, el colegio es generalmente un sufrimiento que hay que sobrellevar. Sin embargo, las niñas en estos programas saben que es su única oportunidad para mejorar sus condiciones de vida.

 

Aprendimos los dos elementos principales del Girls´ Education Program. En primer lugar, el autoestudio, que anima a los estudiantes a aprender de forma independiente mientras ayudan a sus compañeros. Y, en segundo lugar, el papel primordial de las mentoras en este programa. Las mentoras son mujeres jóvenes que sirven como un modelo a seguir para las niñas. Con ellas, las niñas pueden hablar sobre distintos temas, con el objetivo de identificar y luchar contra las amenazas sociales hacia las niñas que deciden proseguir con su educación. Se veía claramente la relación estrecha que había entre las mentoras y sus alumnas, y lo crucial que era su papel a la hora de inspirar a las niñas más jóvenes a continuar en el programa y romper las barreras que la sociedad les ha puesto en su camino.

 

Una generación con un grado de confianza muy superior

A lo largo del día, nos dimos cuenta de que la ceremonia de bienvenida, los regalos y los collares de flores no eran para nosotros. Qué vergüenza. Representábamos a todos los donantes que ayudan a que esos estudiantes salgan de la pobreza, y la ceremonia era una muestra de gratitud y alegría hacia el programa. La vergüenza dio paso a la humildad, a la alegría y al deseo de aprender el máximo durante la visita y dar todo lo que podíamos a cambio.

 

Finalizamos con una sesión de preguntas y respuestas con Librio. El director del colegio preguntó a los padres si querían preguntarnos algo a nosotros o a los alumnos. Fue increíble constatar la diferencia del nivel de confianza entre los estudiantes que no paraban de levantar la mano para responder a las preguntas de su mentora, y sus padres que habían crecido en un entorno educativo muy distinto y se sentían incapaces de exponerse.

 

Al pedirnos una reflexión final a Librio, dije con toda sinceridad que me encantaría que mi hija de cinco años se convirtiera en una alumna tan comprometida y segura de sí misma.

 

Habéis sido increíblemente inspiradores, ¡muchas gracias!

 

Epílogo

Room to Read continúa con su trabajo de forma virtual. Las mentoras trabajan con sus niñas vía teléfono y Room to Read está trabajando con los gobiernos para que difundan material educativo a través de la radio y de la televisión a aquellas comunidades que no tienen acceso a internet.

 

No hace falta decir que el camino de vuelta va a ser muy duro y sentimos que nuestro apoyo ahora es más importante y valioso que nunca.

 

Si te animas a donar, puedes conocer más sobre el trabajo de Room to Read en Literacy and Girls´ Education aquí.